El libro “Welcome to Tijuana” inspiró a Nuevo Laredo a lanzar un libro con la misma idea
Ramiro Oquita Padilla, amigo de hace muchos años, es poeta, escritor y Doctor en Derecho, originario de Sonora, vivió un tiempo en Mexicali, pero también en el D.F. y en España, es un hombre de ideas. Nos conocimos por allá en 1987 en la hoy Ciudad de México, sus amigos se hicieron mis amigos y los míos de él, en ese caminar conocí a Leopoldo Lara Puente. Polo es nativo de Nuevo Laredo, Maestro en Derecho y líder de opinión en esa ciudad fronteriza, hoy se desempeña allá como Notario Público.
En el 2018 y por motivos de trabajo tuve que trasladarme a Nuevo Laredo, poco antes de viajar contacté a Polo para preguntarle si estaría en la ciudad para verlo. Rápidamente contestó que sí y, además, que me invitaba a cenar a su casa. Pasó por mí al hotel y nos fuimos platicando, al llegar me presentó a su esposa Gabriela Ascencio y a otras personas, varias del ambiente cultural de esa ciudad. Me sorprendió que varias ya habían leído el libro “Welcome to Tijuana”, cuyas 2 ediciones le había enviado a Polo por DHL desde que se publicaron unos años antes, me hicieron varias preguntas, más bien muchas, “… ¿cómo nació la idea? ¿cuánto tiempo tardamos en terminarlo? ¿dónde obtuvimos cierta información? ¿Dónde se imprimió? …” entre otras. Al final de cuentas Gaby me dijo que tenían la idea de hacer uno similar sobre Nuevo Laredo y me pidió consejos para que les ayudara. Les dije que claro que sí y las animé para que lo trabajaran.
Hace unas semanas recibí una llamada de Gaby para decirme que el libro “Welcome to Nuevo Laredo” estaba listo, que ya lo habían enviado a la imprenta y la presentación la tenían programada para el 30 de noviembre, a lo que me preguntó ¿cómo andaba mi agenda para que las acompañara? De entrada, le dije que sí, la verdad que me dio mucho gusto escuchar que aquella idea se había cristalizado. Así que ese día 30 estuvimos en uno de los salones de la poderosa Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, acompañando a Gaby, en su carácter de Presidenta del “Patronato Cultural de Nuevo Laredo, A.C.”, a Gabriela Resendez, destacada periodista de Televisa en los 90´s, de las primeras reporteras bilingües de esa cadena y de Josefina Longoria, comunicóloga de carrera, escritora y columnista, ambas nativas.
El libro de 10 capítulos y 340 páginas les quedó muy completo. Es un libro con mucho colorido y visual, a todos los asistentes les gustó. Es una publicación de calidad, le faltaba a la ciudad de Nuevo Laredo un libro así, que la retratara. Fue fruto del esfuerzo de una organización de la sociedad civil y de varios ciudadanos comprometidos con su ciudad, lo que hace que tenga más mérito.
Lo que más me gusta de ese tipo de libros es que generan sentido de pertenencia, ya que dan a conocer las bondades, historia, personajes, rasgos y la grandeza de Nuevo Laredo, es decir, lo que los identifica. Sin duda que, a sus residentes, visitantes y a sus vecinos de Laredo, Texas, eso los atrae, pero a los jóvenes neolaredenses les gusta porque se les despierta el orgullo hacia su ciudad. Lo que genera arraigo, fortaleciendo el tejido social.
Aunque Tijuana y Nuevo Laredo son ciudades distantes, una situada al oeste de México y la otra en el este de la frontera norte, ambas tienen coincidencias interesantes, las dos son ciudades fronterizas muy importantes, a Tijuana se le conoce como la esquina de Latinoamérica y a Nuevo Laredo como la puerta de Latinoamérica. ¿Por qué? Pues porque su aduana es la más importante del país, por el volumen de sus operaciones, hasta de Latinoamérica, a diario se generan 13 mil cruces de trailers. Además, cruzan 26 trenes diarios. El valor en mercancía es de 1 millón de dólares por minuto. Es tanto el volumen de transacciones que se genera en la Región Laredo, como se le conoce, que el 40% de los agentes aduanales del país operan en Nuevo Laredo.
Un punto de conexión entre ambas ciudades es la carretera federal México “2”, esa que corre por el norte de México. La “2”, como la gran mayoría de carreteras de México se construyó por etapas y por épocas, esta en particular en dos secciones, de nuestra parte el km. 0 se marcó afuera del antiguo Palacio Municipal en la zona centro, de ahí se va por la Avenida Revolución hasta conectar con el Blvd. Agua Caliente, el Blvd. Díaz Ordaz, hasta pasar por el vaso de la presa Rodríguez, continuar hasta Tecate, atravesar La Rumorosa, Mexicali, San Luis Río Colorado, Sonoyta y así hasta El Porvenir, Chihuahua, la geografía la interrumpe, continuando la segunda sección en Ciudad Acuña, Coahuila, pasa por Nuevo Laredo, continúa por Reynosa y ve su punto final en Playa Bagdad, municipio de Tamaulipas.
Tijuana y San Diego forman una región binacional muy importante, por su lado Nuevo Laredo y Laredo, Texas forman la región binacional conocida como Región Laredo. En ambas el intercambio cultural, comercial, industrial, académico y de todo tipo, es muy fuerte. Tanto allá como aquí, muchas familias llevan a sus hijos a las escuelas del lado americano. Me percaté que un buen número de neolaredenses tienen familiares en Laredo o en otras ciudades de Texas.
Tijuana y Nuevo Laredo son muy dinámicas y de empuje, ambas son ciudades de migrantes. El censo del 2020 nos dice que la primera ronda en los 2 millones de habitantes y la segunda en medio millón.
Finalmente, les comparto que estamos muy contentos con la publicación de “Welcome to Nuevo Laredo” y más, que el nuestro haya sido su inspiración, así como lo dice Gaby Ascencio en su Mensaje de la página 8 del libro, quizá pronto venga otro de otra ciudad ¿por qué no?
